No te lo pienses más y llámala

En este fetichismo, uno de los miembros de la pareja se convierte en puppy, un cachorro al que hay que enseñar o bien cuidar y al que siempre hay que darle una dosis determinada de ternura que no tiene por qué razón terminar irremediablemente en algún género de gratificación sexual.

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Un día en clase, mi maestra nos charlaba de algo mas pude percatarme de que algo andaba mal en ella. Uno de mis compañeros le preguntó que qué sucedia con ella pero se negó a responder. Sin embargo, me dejó pensando esto que dijo.