Y las compulsiones sexuales

Un extraño, un hombre del bar al que la han dado el consentimiento de mirar, procura unirse a ese festival mudo de manos, pero suavemente lo detiene. El extraño admite esbozando una leve sonrisa, sin decepción, tal vez consciente de su impertinente travesura.

Disminuye la ansiedad y tiene efecto relajante

También existen látigos y fustas específicos para el azotamiento del pene que son de un tamaño menor a los habituales y que son muy eficaces en el momento de producir dolor en zonas más reducidas y concretas. Además de esto, destacar que a casi todos los sumisos les chifla ver y sentir de qué forma azotan su pene.